Far away, across the field
the tolling of the iron bell
calls the faithful to their knees
to hear te softly spoken magic spells

Pink Floyd, time

lunes, diciembre 18, 2006

Marcos

Wow, leer al subcomandante marcos es hipnotizante:

"Marcos es gay en San Francisco, negro en Sudáfrica, asiático en Europa, chicano en San Isidro, anarquista en España, palestino en Israel, indígena en las calles de San Cristóbal, chavo banda en Neza, rockero en CU, judío en Alemania nazi, ombudsman en la Sedena, feminista en los partidos políticos, comunista en la posguerra fría, preso en Cintalapa, pacifista en Bosnia, mapuche en los Andes, maestro de la CNTE, artista sin galería ni portafolios, ama de casa un sábado por la noche en cualquier colonia de cualquier ciudad de cualquier México, guerrillero en el México de fin del siglo XX, huelguista en la bolsa de New York, reportero de nota de relleno en interiores, machista en el movimiento feminista, mujer sola en el metro a las 10 p.m., jubilado en plantón en el Zócalo, campesino sin tierra, editor marginal, obrero desempleado, médico sin plaza, estudiante inconforme, disidente en el neoliberalismo, escritor sin libros ni lectores, y, es seguro, zapatista en el Sureste mexicano. En fin, Marcos es un ser humano cualquiera en este mundo. Marcos es todas las minorías intoleradas, oprimidas, resistiendo, explotando, diciendo "¡ya basta!" Todas las minorías a la hora de hablar y mayorías a la hora de callar y aguantar. Todos los intolerados buscando una palabra, su palabra, lo que devuelva la mayoría a los eternos fragmentados, nosotros. Todo lo que incomoda al poder y a las buenas conciencias, eso es Marcos."

--Subcomandante Marcos, Comunicado del 28 de mayo de 1994

sábado, septiembre 23, 2006

Un corto comentario de Moby



how many children are being named 'stewart' after 'stewie'?
he's the best person on television.
it's too bad he's not a real person.
i particularly loved the family guy line the other night:
'like the texan woman who held her baby underwater until it got brain damage. barbara bush.'
it's a golden age for american tv.
-moby

viernes, septiembre 15, 2006

Algo de texto contemporáneo

I liked the second to last

This isn't the last song, there's no violin

Esos dos se gustan, y bailan, con reparo, con gusto, con oye ven acércate, que me quiero meter entre tus dientes. Entre el espacio entre no y qué se yo? Hazme feliz hoy y desaparece. Hasta la próxima noche. Extiende mis brazos para que puedas entrar, para acá, dame un soplo de libertad, con cuidado, con cariño, con rabia, con dolor, con jugo de naranja.

Buena chica, alegre. La primera en notarme.

Y bien, acá estoy. Mirando al mundo, a ver qué tiene para ofrecer. Mirando más de lo que he mirado antes, más de lo que quiero ver.

La ciudad ofrece todo. Solo que está escondido, como el sol, detrás ás de esa lámina de metal. Este es un lugar raro. Pense otra cosa antes de entrar. Tenía miedo, pero no está mal. Quiero ver lo que se esconde, lo que no se cuenta.

Mucho más piloto automático de lo que creí. Gente tranquila. Tranquila gente, no soy tan bueno. Acá pasó un fantasma, seguramente anda por acá otra vez. Tranquila gente, él está bien. Gente pasándola bien. Gente más tranquila, más feliz.

Acá yo paso inadvertido. Nunca vine, soy un fantasma. No quiero que me noten, no es tan fácil. Vine porque quice, no es suficiente.

Sé que no pertenezco al pasado, a ellos y ellas. Se pierde algo al pertenecer. Sigo mintiendo.

Yo ya no sé, todo acá es raro. Ahora creo. Hablan con el cuerpo. Yo no sé interactuar. Yo no sé comunicarme.

Me gustaría hablar con alguien, decirle a alguien que me hable, que me voy a morir, pero que no importa. No sé cómo. Quiero compartir mi silencio con ellos. Pero no sé.

Quiero que pase algo esta noche.

Ellas se besaron. En silencio. No hablan. Hablan con las manos, con el cuerpo. Se besan. Acabo de hablar con ella. Me habló con sinceridad. Gente se castiga y es castigada, gente que no se busca.

Hoy no vino mucha gente, solo los de siempre. Parece que ya se van. Estoy un poco más lejos del fondo de la cárcel. Si quiero, espero. Hoy no quiero dormir en mi casa. Fue un rechazo, creo que le dije que no con la vida. La gente está ausente, como el resto. Ausentes de mí. Yo estoy ausente de ellos. Vienen más.

No quiero nada. No sé qué página es. No sé cómo obtener satisfacción. Correcto, buenas costumbres, malas mañas, no satisfacción. Todo bien. No hablo su idioma. Estoy muriendo, y no quiero morir.

Acá no hay nadie, para mí no hay nadie. Ese par se quieren. Mierda, ese par se quieren. Todo bien, nada serio. Hay que verlos. En el momento, se quieren. Tal vez no, tal vez sólo se buscan.

martes, agosto 08, 2006

viernes, julio 21, 2006

No saco la bandera

Este veinte de julio no saqué la bandera. Más bien me quedé pensando porqué en otras ocasiones si lo había hecho. Tengo un sentimiento raro hacia esa "patria" de la que tanto se habla, de esa "nación" a la que supuestamente pertenezco. La verdad me inclino por no aceptarlo. El nacionalismo, creo yo, un propósito muy específico que no comparto. El nacionalismo elimina la diferencia dentro de un territorio, homogeniza, incluso si para ello se necesita la vida de los diferentes. A la vez, el nacionalismo crea diferencias irreales con quienes habitan por fuera de ese territorio, separa las gentes de forma artificiosa, y las enfrenta.

Para nadie es un secreto cómo se construyeron las "grandes" naciones europeas y norteamericanas. Básicamente con la eliminación de la diferencia, tanto racial, como religiosa, y en muchos casos ideológica. En el reino unido se eliminó el catolicismo, en los Estados Unidos se cometió el más grande genocidio (mayor que el nazi) con la eliminación de los nativos. En Alemania ya sabemos qué pasó. Todo esto en el nombre de la nación. El nacionalismo, en este sentido, es una herramienta de los gobiernos para hacer que los pueblos fervorosos sigan las órdenes de forma acrítica. Por ejemplo, cuando los gobiernos se sienten amenazados a lo primero que aluden es al interés nacional para justificarse, y en caso de necesitar que los jóvenes se enlisten en el ejército no hay nada más efectivo que pedirles que luchen por su patria.

Ahora bien, se puede decir que el nacionalismo ayuda al progreso y la solidaridad entre quienes viven en el mismo territorio. Es posible. Pero también ayuda a separar a las gentes. Por ejemplo, a separar a los pueblos europeos de los del sur, y así evitar que los habitantes de las ex colonias vayan a disfrutar de la riqueza de sus metrópolis. Y esto por no ser de la misma "nación". Yo creo que la diferenciación territorial que tenemos hoy es dañina, y entre menos la prolonguemos mejor.

Por eso no saco mi bandera. No sé de quién estoy siendo un peón cuando me siento "colombiano", del estado, del mercado o de quién. Y qué es eso que me hace colombiano?. Tampoco me siento extranjero, eso sería jugar el mismo juego que estoy criticando. Simplemente no me gusta la división entre lo doméstico y lo internacional. Más bien me gusta sentirme parte del planeta, sin mayor diferencia con los que están al otro lado del mundo. A la vez, me gusta identificarme como miembro de grupos sub nacionales y trasnacionales, que escapan a la identificiación nacionalista. Obviamente no puedo escapar a la lógica de la nación. Lo que espero hacer es vivir la nación como una forma de comunidad, entre miles de otras, y así no darle tanto peso como para que imposibilite las demás.

Ejercicio de mecanografía


Este es un ejercicio de escritura. Quiero aprender a escribir sin mirar las teclas, solo la pantalla. Creo que voy más o menos bien. Pero aún me cuesta mantener la brújula de las manos sobre el teclado.

Bueno, y ya que estoy en estas tengo una confesión que hacer. Me siento terriblemente poco inspirado y cerrado para escribir últimamente.

Cuando niño solía escribir bastante. Ahora sólo escribo en los momentos de más cruel soledad. Usualmente en los cafés o restaurantes a los que voy solo. La verdad me gusta ir solo a esos lugares. Tienen algún aire a aeropuerto, a partida.

Eso es lo que he hecho toda mi vida. Partir. Eso es lo que parece que seguiré haciendo. Partir. Del Refous al Claustro, del Claustro al CIEDI, del CIEDI al Claustro, del Claustro a Brighton (Ing.), de Brighton a los Andes, de los Andes a Copenhague (Din.), de Copenhague a Bogotá, y pronto, de Bogotá a ¿berkleley?, ¿Princeton?, será que soy demasiado iluso y voy a terminar en el Dallas Institute of Bullshit?

No es que mi vida se reduzca a la soledad. Es solo que mis escritos sí lo hacen últimamente. Me gustaría empezar a escribir más. Más cuando esté alegre. Más cuando esté muy bien acompañado.

Acaba de pasar mi cumpleaños. Wow!, creo que nunca había estado tan bien consentido. En algún momento del lunes, cuando me visitaban mis amigos paré un segundo y empecé a mirarlos a todos. Todos muy cercanos, todos me han hecho feliz en los últimos meses. Carajo!, que putería de gente la que me acompaña.

Eso de la soledad me lo imprimí yo. Y a propósito.

Yo decidí, y no cambio esa decisión, partir a cada rato. Y empezar de cero. Empezar de cero las compañías, los amores. También he sido tremendamente egoísta. En cada lugar hago lazos muy fuertes, quiero mucho y me hago querer. Y me voy.

En fin. Este ejercicio de mecanografía se convirtió en otra cosa. En especial porque no he hecho más que mirar el tablero mientras escribo. Pero ha sido reconfortante. Empecé a escribir de nuevo. Lo seguiré haciendo.

martes, junio 27, 2006

Black bird

Black bird singing in the death of night
take this broken wings and learn to fly
All your life, you were only waiting for this moment to arise

Black bird singing in the death of night
take this sunken eyes and learn to see
All your life, you were only waiting for this moment to be free

Black bird fly
Black bird fly
Into the light of the dark black night

Black bird fly
Black bird fly
Into the light of the dark black night

Black bird singing in the death of night
take this broken wings and learn to fly
All your life, you were only waiting for this moment to arise

All your life, you were only waiting for this moment to arise
you were only waiting for this moment to arise
you were only waiting for this moment to arise

The Beatles!

lunes, junio 26, 2006

Un relato

Contaré una pequeña historia, sin mayores pretensiones literarias. Se trata de un cuento corto sobre un adolecente, que aún no tiene final, y no lo tendrá en mucho tiempo, pero avanzará de a poquitos:

- Ese día cuando me levanté pensaba ir a Manhatan.

Despues de hacer locha por dos o tres horas me levanté, en un cuarto en el que las persianas no tapaban el sol de verano cubierto por nubes húmedas en un pueblo de Nueva Jersey.

Tomé una ducha. Agua tibia. Me vestí con la misma ropa que usé todo el viaje y miré los horarios de los buses. Decidí entrar a internet buscando un correo de mi mamá desde México. Nada. El único correo nuevo en la bandeja de entrada del MSN Hotmail era un virus mandado sin consentimiento previo por una ankatalinan, alguien quien no conocí. Sin embargo me quedé en Internet. Miré las noticias: "El presidente piensa declarar el estado de conmosión interior". Y para qué, pensé. A él, como a mí, le quedaba muy poco tiempo donde está.

Rosario has just signed in, apareció un mensaje en la esquina de la pantalla. La historia de Rosario es complicada. Es, al menos, una difícil de olvidar.

La conocí hace casi 10 años. Yo estaba sentado en mi pupitre del colegio, en Suba, en la sabana de Bogotá. Yo esperaba que un tornado arrasara todo el bloque de salones sonde quedaba el octavo grado, y todo mi presente desapareciera, así no más.

Llevaba tres meses asistiendo todas las madrugadas a ese colegio. Peeeep Peeeep, sonaba un ruido espantoso en el despertador que indicaba que el hermoso sueño que estaba teniendo , en el que regresaba a mi antiguo colegio, era falso. Era hora de levantarse, 5:00 a.m., hora Gaviria, 4:00 a.m. hora terrestre. todo oscuro, todos dormían, hasta los perros. No desayunaba; prefería guardar los 15 minutos que me tomaba preparar algo y comerlo para un cuarto de hora más de sueño. Pasadas las 5 a.m. era de noche. Yo salía de mi casa, todavía con los sueños vivos en la cabeza, y me sentaba a ver cómo se prendían las luces de los más madrugadores y yo ya me preparaba para otra jornada de sufrimiento adolecente. Pasaba una camioneta y me recogía. Adentro sólo estaba una señora con una bata blanca y el conductor. Buenos días, decían. Qué tienen de buenos?, pensaba. Buenos días, respondía. A partir de mañana te recogemos una cuadra más al norte, espero que no te moleste. La mujer de blanco había hablado, y si no te gusta pues qué le hacemos. Son órdenes.

Una tarde, después de llegar a mi casa, decidí dejar de ponerme el usual hielo en la espalda para enfermarme y no tener que ir al colegio, y dejar las tizas bajo la lengua que nunca me enfermaron más que un guayabo cada mañana. Cuando llegó mi mamá yo casi lloraba. Le dije que no aguantaba más ese infierno.

- Me parece muy bien que me lo hayas dicho.
- Má, no quiero seguir con esto.
- Mañana hablamos con la directora y le decimos que decidite repetir el año.

¿Qué? ¿Yo decidí eso? Eso no era lo que yo quería, pero no me atrví a decírselo a mi mamá. No hablamos más, hasta el lunes siguiente, en la oficina de la directora.

Creo que es lo mejor - respondió la loca de la directora. Juancho es un buen muchacho, y es lo mejor que empiece de nuevo para que no se sienta menos que sus compañeros. Y en ese momento sucedió lo peor, la loca tuvo una idea. Creo que Juancho podría asistir a las clases con los compañeros con los que repetirá el octavo grado el próximo año, desde ya!. Qué mierda, uno puede repetir un año sin problema, eso no me importaba. Pero entrar nuevo a un colegio tan pequeño, y tres meses después pasar de octavo, en el bloque de bachillerato, a séptimo, en el otro bloque era una catástrofe.

La gente de séptimo no era tan insoportable como en octavo. Incluso, el día que llegué al salón con tos de perro debido a los hielos en la espalda, algunos se acercaron y me hablaron. De qué equipo es hincha, preguntaban, millonarios es una basura, jeje, que bien. No se me acerquen, no les quiero hablar, éste es el peor día de mi vida. Si estuviera en el anterior colegio millonarios estaría bien, yo estaría bien, y el beeeep de cada mañana sería reemplazado por, al menos, un grito afanado de mi mamá, a una hora descente de la mañana, y sería un día lleno de música.

Séptimo terminó sin mayores acontecimientos. Creo que perdí todas las materias, pero no importa, uno no puede perder un año al que llegó después de perder uno superior. El año siguiente empezó bien. Ya hablaba con algunas personas, y estaba en la clase de inglés avanzado, con la gente de ambos octavos que no era montadora, desquisiada, agresiva o demente. Yo conocía a las niñas de once, eso estaba bien. Durante el año estuve siempre al lado de Pablito, un niño bastante mimado, y su amigo, Andrés. Ellos me hablaban, podía hacerme con ellos en los trabajos en grupo, y eso estaba bien. En ocasiones hablaba con Verónica, una mujer que era en sí misma un encanto. Una amiga ocasional. Con ella reía. Eso estaba bien.

A mitad de año teníamos que asistir a una obra de teatro. Para poder entablar una conversación con mis compañeros, todos catorceañeros, niños malos, con barros y frenillos, los que si uno les cae bien la vida en el colegio se hace más fácil, les dije - Uy! casi me coge el profesor fumando allá afuera -. Oh!, él fuma, es un niño grande, ahora nos cae bien. Nunca en la vida había tenido un cigarrillo en mis manos o en la boca.

Mi mamá fumaba. Mi padrastro fumaba. Mi hermano fumaba. Yo no. Un sábado de esos que en todos se iban de la casa, saqué un cigarrillo Marlboro de una cajetilla que mi padrastro había dejado descuidada. Mi primer miedo era que se diera cuenta que faltaba uno, pero salieron de la casa y nadie dijo nada. Entré al baño del primer piso con el cigarrillo y un encendedor. Las manos y las piernas me temblaban. Llevé el cigarrillo a la boca y lo prendí, inhalé el humo hasta tenerlo sobre la lengua y lo expulsé. No tosí, no se me llenaron de lágrimas los ojos, no sabía mal. Había aprendido a fumar, sin la ayuda de nadie, y el día en que alguno de los chicos malos de la clase me pasara un cigarrillo podría inhalarlo y no pasaría un ridículo mayor.

A partir de ese día, cuando íbamos a fiestas, en taxi, hasta las 12:00 y sin tomar trago, salía con los chicos malos a fumar, en frente de las porterías de los edificios estrato 7 en los que vivían las niñas que cumplían 14 y hacían sus fiestas con los padres pasando galletas y mirando las caras de los que podían en algún momento ser una mala influencia para sus hijitas. Todos hacíamos lo mismo: bajábamos, predíamos un cigarrillo, inhalábamos el humo sólo hasta la boca y lo botábamos, reíamos y nos jurábamos lo mejor.

Un día un compañero, Juan Sebastián, fue a mi casa. Teníamos que estudiar matemáticas. Él me caía bien por que era nuevo como yo. Él venía de un colegio de alemanes, y ni siquiera ése era peor de cárcel que en el que habíamos caído los dos. Cuando llegó abrimos dos cervezas. Claro, yo ya hacía parte de los niños malos, yo fumaba. Era hora de estudiar matemáticas, tomar cerveza y fumar. Cuando salimos a comprar cigarrillos, Juan Sebastián me dijo que me iba a enseñar a fumar bien, que como yo lo hacía no estaba fumando, y que se veía como mal. Me dijo que hiciera lo que ya sabía hacer, y cuando lo tuviera en la boca dijera mamá hacia adentro. - MAMA -, la bocanada de humo entró por mi garganta, llegó a mis pulmones. Después el mundo se tambaleó, mis ojos se cerraron. Me dijo que así era como se hacía. Si hubiera estado solo habría intentado toser, pero yo era un chico malo, y no tenía porqué hacer caras.

En esas se acabó el año. Yo ya hacía parte de los círculos sociales más activos del curso. Había conocido a las niñas y me invitaban a sus fiestas. Ya se tomaba cerveza, se fumaba correctamente y si alguna niña se acercaba había que hacerle chistes y montársela, reírse y sentirse bien de pertencer a tan exclusivo ambiente adolecente. Así fue que apareció Rosario. ella era una niña del otro curso, pelo mono largo, ojos verdes claros, cara de muñeca. No era una boba como las amigas, y le gustaban los grupos de música que a mí me gustaban. Nunca hablé en serio con ella, mientras estuve en ese colegio. Ella era la traga de José, un compañero del que empezaba a hacerme amigo.

Teníamos que ir a la casa de José a adelantar el cuaderno de matemáticas. Ese día estábamos José, Juan Sebastián y yo. A José lo había rechazado otra niña más la semana pasada. Yo no sabía, pero el plan no era solo estudiar matemáticas. Juan Sebastián le había dicho a José que le tenía la solución para eso. Que se fumara un porrito, y ya, todo estaba bien. José le respondió que claro, que él lo hacía todo el tiempo, desde chiquito y que no había ningñun problema porque el papá mantenía marihuana en la mesa de noche.

En la casa de Jose nos sentamos un rato con los cuadernos de matemáticas. Después Jose desapareció en el segundo piso del apartamento y bajó corriendo. ¿Esto será suficiente?, preguntó Jose a Juan Sebastián. Eso está bien, respondió. Yo veía todo eso, y me latía el corazón a mil, y yo no podía quedar mal, yo era un niño malo como los demás, y no podía parecer un tonto que no había fumado nunca.

Bajamos al parque. Juan Sebastián armó el porro en un cigarrillo malrboro desocupado, con filtro. ¿Quiere?, me preguntó. Claro, de donde yo vengo fumamos todos los días, je, le dije.

Nos fumamos ese cigarrillo. Fue suficiente para que los tres tuviéramos una cara de pastel y nos paseáramos por el parque como si estuviéramos en una película, como si pesáramos mucho menos, como si tuiviéramos que pilotearla porque pasaba alguien por ahí. Subimos de nuevo al apartamento. Nos sirvieron ajiaco. Jajaja. Jajaja. Jajaja. Todo era muy, muy gracioso. Juan Sebastián hacía caras. Yo me reía. Y José estaba muy preocupado de estar en su propia casa, trabado, con su madrasta, su papá y la visita, una pareja de amigos del papá. sonó el teléfono, era mi mamá.

- ¿Cómo estás hijo?
- Muy bien madre, ajajaja.
- ¿De qué te ríes?
- De nada madre, jajajaja
- ¿Te vas a quedar allá?
- Sí, jaja
- ¿Estás bien?
- Sí madre, estoy bien.

Esa semana se acabó el colegio. Viernes en la casa de Jose.

- ¿Le puede sacar otro poquito a su papá?
- Yo creo, espere.

Otro porro, jajaja. Al día siguiente concierto de Aterciopelados y Soda Stereo. Otro porro.

Jajaja.
no más política… por el momento.

lunes, mayo 22, 2006

La Reelección Inmediata y la Calidad del Mandato Presidencial

*Este ensayo fue escrito como requisito para el curso Análisis Político Colombiano, de la Maestría en Ciencia Política de la Universidad de los Andes. Por favor no citarlo sin autorización del autor.

Desde finales del siglo pasado se ha presentado en Latinoamérica una tendencia hacia la adopción de la reelección presidencial inmediata, siendo Colombia el último país que lo ha hecho. La figura de la reelección inmediata había sido eliminada de los arreglos institucionales en la región con pocas excepciones durante el siglo XIX y buena parte del XX (Carey 2003, 121). Desde el surgimiento de los regímenes presidencialistas se han presentado varios argumentos en favor y en contra de la reelección, pero no se ha llegado a una conclusión definitiva. Se han discutido argumentos sobre los efectos de la reelección en la consolidación y profundización de la democracia, sobre los efectos que tal figura tiene en el comportamiento de los actores políticos, y sobre el peligro de que ésta lleve a abusos o dictaduras.

Uno de los argumentos más importantes que se han ofrecido en favor de la adopción de la reelección inmediata consiste en que ésta acrecienta el compromiso y responsabilidad del presidente, pues bajo tal modificación al andamiaje institucional el presidente deberá cumplir sus promesas de campaña y garantizar el bienestar de al menos la mayoría de los posibles votantes si aspira a ser reelegido (Carey 2003, 126). El objetivo de este ensayo es articular una crítica en contra del argumento recién mencionado. Es importante resaltar que aunque esta crítica toma algunos elementos de argumentos que han sido presentados en contra de la reelección inmediata, en este ensayo no se pretende mostrar que tal figura no es deseable sino tan sólo que uno de los argumentos más importantes que se aducen en su favor no es válido.

El argumento que se va a criticar se basa en el presupuesto de que si el presidente quiere ser reelegido tiene que llevar a cabo una buena gestión. La crítica desarrollada en este ensayo consiste en mostrar que tal presupuesto es falso. De esta manera, lo que se va a sostener es que el presidente electo tiene las herramientas para lograr ser reelegido aun si su mandato no ha sido bueno; esto es, que la buena calidad de su mandato no es una condición necesaria para asegurar su reelección.

De acuerdo con este objetivo, este ensayo se divide en cuatro secciones. En la primera se hace una discusión conceptual del argumento que va a ser criticado. En la segunda se contrasta ese argumento con un referente empírico que muestra que éste es inoperante en la realidad. En la tercera sección se establecen las consecuencias generales que tiene la evaluación del argumento. Finalmente se concluye con una sección en la que se discuten las implicaciones que el análisis realizado tiene para la democracia colombiana.

Reelección y sus medios

Carey describe el argumento a favor de la reelección que se discute en este ensayo de la siguiente manera:
An even more powerful argument in favor of reelection is that it should improve democratic responsiveness and accountability by aligning the incentives of an incumbent president more closely with those of voters. To realize this happy outcome, voters most reward politicians who promise and deliver popular policies, such that presidents who aspire to reelection will be more attentive to citizens’ preferences than those who are constitutional lame ducks (Carey, 126).

En resumen, lo que el argumento pretende mostrar es que, dado que los presidentes quieren ser reelegidos y que asumen que un buen mandato es requisito para lograrlo, la reelección inmediata es una figura que lleva a un mejor desarrollo de las políticas públicas y una mayor eficiencia de la democracia. Para que este argumento sea válido, debería darse que los presidentes que aspiran a la reelección estimen que el buen mandato sea la única opción para lograrlo, y en caso de que se muestre que existen otros medios igualmente efectivos, el argumento descrito sería inoperante.

Existen, sin embargo, otros medios por los cuales un presidente puede asegurar su reelección independientemente de la calidad de su mandato. Primero, el presidente candidato puede manejar el presupuesto para que refleje bienestar en la población en el tiempo cercano a la elección, sea en su totalidad o en rubros específicos (Streb 1999; Eslava 2005); a su vez, el presidente goza de una atención particular de los medios que es propia de su condición de jefe de estado, lo que le permite aparecer más a menudo en la prensa en época de elecciones y captar más la atención del público, de lo que pueden hacerlo los demás candidatos; por último, y en casos más extremos, el presidente puede llegar a disponer del aparato del estado para alterar las preferencias de los votantes, o incluso para llegar a la eliminación sistemática de la oposición o parte de ésta.

Los peligros del uso de tales medios alternativos han sido utilizados en argumentos en contra de la reelección anteriormente. A menudo se utilizan para sostener que la reelección inmediata tiene el peligro de derivar en abusos sistemáticos del poder por parte del presidente e incluso en una dictadura, y que esto atenta contra la democracia (Carey 2003, 127). Es importante enfatizar que en este ensayo no se sostiene una idea de este tipo. Por un lado, no se pretende sostener que el uso de estos medios constituya un problema por sí mismo (aunque puedan ser usados de forma que se atente contra la democracia), sino tan sólo que la existencia de los mismos muestra que un buen mandato no es indispensable para ser reelegido, y que por tanto la reelección inmediata no garantiza una mayor consolidación de la democracia. Por otro lado, la evidencia en el continente muestra que aquellos mandatarios que trataron de extender su periodo por tercera vez han sufrido reveces políticos muy importantes. Un primer ejemplo es el caso de la prohibición expresa de una segunda reelección en los Estados Unidos tras el intento en esta dirección realizado por Roosevelt. En Latinoamérica se encuentran los ejemplos de Fujimori en el Perú y Carlos Menem en la Argentina, quienes al intentar ser reelegidos por una segunda vez enfrentaron la resistencia al continuismo enraizada en el carácter político latinoamericano (Carey 2003, 127 y ss.) y los escándalos por corrupción fueron suficientes para evitar su tercer periodo. Estos casos muestran que la reelección no lleva necesariamente hacia una estadía ilimitada en el poder o una dictadura, al contrario de lo que se ha pretendido señalar con las críticas que se mencionaron al comienzo de este párrafo.

Hasta el momento se ha señalado que el presidente cuenta con medios para lograr su reelección, distintos a realizar un buen mandato. El que realice un buen mandato o no debe ser garantizado por otros componentes del arreglo institucional, ya que al existir tales medios, la figura de la reelección inmediata no asegura la calidad de la acción presidencial.

Lo que la reelección inmediata tiende a asegurar es una extensión en el periodo presidencial, lo cual puede ser una ventaja, en el caso de que el presidente esté realizando una buena gestión, o una desventaja en caso contrario. Existe suficiente evidencia de esta afirmación, como se muestra en la siguiente sección.

Reelección inmediata: lecciones de Estados Unidos

Una de las pocas democracias presidencialistas que ha tenido una larga historia con la figura de la reelección inmediata, y que por tanto es útil para observar las consecuencias a largo plazo de ésta, es Estados Unidos. En este país se estableció la reelección inmediata desde su independencia en 1789. En el siglo XX, de los diez y ocho presidentes elegidos, tan sólo ocho no fueron reelegidos. Cada uno de los ocho presidentes que no fueron reelegidos enfrentó una situación muy particular atípica como causa de no haber sido reelegido, por lo que se puede sostener que ante la posibilidad de reelección, y en ausencia de graves crisis o situaciones muy particulares, los presidentes lograron extender su mandato. En 1993, el presidente Bush perdió en las elecciones para su reelección gracias a un severo estancamiento de la economía. En 1981, Jimmy Carter enfrentó el gran escándalo por la captura de más de cincuenta soldados estadounidenses en Irán y su incapacidad de lograr que fueran liberados lo llevó a perder contra Ronald Reagan. En 1977, el presidente Gerald Ford perdió las elecciones gracias al escándalo de Watergate, que sacudió a su partido y a su figura como reemplazo del presidente Nixon, quien ya había sido reelegido. Por su parte, los presidentes Kennedy (1963) y Hardin (1923) murieron antes de poder aspirar a la reelección. Todos los demás presidentes de los Estados Unidos en los últimos años fueron reelegidos.

Como puede observarse, sólo bajo circunstancias extremas se evitó la reelección. La idea de que todos los demás mandatarios de los Estados Unidos fueron reelegidos por haber llevado a cabo una buena gestión llama inmediatamente al escepticismo. A menos de que se acepte ingenuamente que todos estos presidentes han llevado a cabo buenos mandatos, esto muestra que la figura de la reelección ha llevado a una casi inmediata extensión en el periodo de los presidentes independientemente de la calidad de su gestión.
Implicaciones

A partir del análisis desarrollado en este ensayo se puede sostener que el argumento según el cual la calidad de los mandatos se incrementa bajo la figura de la reelección no es adecuado. En síntesis, la existencia de medios alternativos para asegurar la reelección y la evidencia que presenta el caso de los Estados Unidos sugieren que la calidad de la gestión no es una condición necesaria para lograr extender el periodo. Por tanto, la figura de la reelección no cumple por sí misma con la tarea que le atribuyen sus defensores a través del argumento estudiado.

Ahora bien, este análisis no concluye que un presidente llevará a cabo siempre un mal mandato si tiene a la posibilidad de ser reelegido. Sólo se sigue de éste que el presidente tendrá a su disposición otros medios para garantizar su reelección, independientemente de la calidad del mandato. Sea bueno o malo, lo que hace la figura de la reelección inmediata es duplicar la duración del periodo presidencial; en palabras de Juan Bautista Alberdi para el caso de Argentina: “To allow reelection is to extend to twelve years the presidential term. The president always has the means to secure his own reelection, and only rarely would refrain from doing so” (citado por Carey 2003, 122). Las elecciones en las que se presenta el presidente candidato se convierten, desde esta perspectiva, en una especie de referendo revocatorio programado en el que el presidente pierde la posibilidad de continuar en el poder si su mandato ha sido excepcionalmente contrario a las preferencias de los votantes o bajo circunstancias extraordinarias.

Cabe señalar que el argumento evaluado en este ensayo puede ser operante bajo la figura de la reelección no inmediata. En efecto, en tal caso los medios alternativos señalados en la primera sección desaparecen. Tal como el análisis de Streb (1999) concluye, ante la figura de la reelección no inmediata los presidentes manejan el presupuesto de tal forma que su gasto genere bienestar prolongado y no sólo limitado al año de las elecciones. Por otro lado, el acceso a los medios de comunicación y al manejo del aparato del estado disminuye considerablemente si el candidato ya no se encuentra en el poder en su segunda campaña.
Perspectivas de la reelección inmediata en Colombia

Es fundamental distinguir entre un examen coyuntural de las implicaciones de la posible reelección de Alvaro Uribe y el análisis estructural y de largo plazo de la reelección inmediata al que apunta este ensayo. Esta distinción es importante porque el debate sobre la conveniencia o no de la figura de la reelección inmediata en Colombia ha caído constantemente en una discusión coyuntural sobre la conveniencia de la prolongación de las políticas específicas del Presidente Uribe, y no se han considerado las consecuencias que en el largo plazo podría tener la adopción de dicha figura.

Independientemente de si la continuidad de las políticas del actual presidente generaría o no bienestar, la implicación más importante para el caso colombiano que se sigue del análisis realizado en este ensayo es que la adopción de la figura de la reelección inmediata traerá en el futuro periodos presidenciales de ocho años. Sólo los presidentes que enfrenten crisis muy profundas o cuyo mandato sea extremadamente deficiente dejarán de ejercer la presidencia durante un segundo periodo. Dado lo anterior, se puede prever que en las elecciones futuras los candidatos presidenciales modificarán sus estrategias de campaña ante las nuevas condiciones del arreglo institucional y presentarán programas pensados para periodos más largos. Esto puede tener la consecuencia positiva de incrementar la capacidad de los presidentes de gestionar políticas públicas a largo plazo, pero también puede tener la consecuencia negativa de que incluso los mandatarios que no sean eficientes extiendan su mandato.

Si el análisis realizado en este ensayo es correcto, la adopción de la reelección inmediata no garantizará que en Colombia se mejore la calidad de los mandatos, lo cual no implica, sin embargo, que dicha figura vaya a traer consecuencias negativas para el país. Como se señaló, el análisis realizado permite prever que la gran mayoría de los presidentes tendrán un mandato de ocho años, lo cual probablemente generará un cambio al interior del juego político planteado por la constitución de 1991, aunque no necesariamente cambiará la esencia del mismo. No obstante, determinar si estos cambios serán benéficos o perjudiciales para la democracia en Colombia es algo que requiere de un estudio cuidadoso y que escapa a los propósitos y límites de este ensayo.

Referencias

Carey, John 2003, The reelection debate in Latin America. Latin American Politics and Society, Primavera, 2003, 45:1.
Eslava, Marcela 2005, Political Budget Cycles or Voters as Fiscal Conservatives: Evidence from Colombia. Documentos CEDE, Enero de 2005.Streb, Jorge 1999, Reelection or term limits: The short and the long view of economic

jueves, mayo 11, 2006

Despenalización del aborto

Hoy es un día de celebración por la despenalización del aborto en casos extremos. Hay que agradecer a Mónica Roa, la abogada que se desveló tantas noches haciendo caer en cuenta a la Corte de lo evidente que era la inconsitucionalidad de penalizar el aborto en tales casos.

Ahora es necesario estar pendiente de cómo se lleva a cabo la incorporación del aborto en casos extremos al sistema de salud, para que haga parte de las obligaciones de las EPS. Sólo de esta forma podrá ser una operación de bajo costo y repercutir en una mejor vida para las mujeres de menores recursos.

Que esta batalla no sea la última.

No comer cuento, de nadie.

En primer lugar, mi preocupación por la izquierda es una preocupación de fondo, más que coyuntural. Pero estando en contexto de elecciones, me referiré al caso particular de Carlos Gaviria.

No he decidido mi voto aún, sólo quiero expresar mis preocupaciones sobre este candidato, con el objetivo de no comer entero, y ya que no como entero lo que dice el presidente, me parece prudente no comer entero lo que dicen quienes se le oponen.

Mis reflexiones giran alrededor de los dos puntos que considero más importantes en esta campaña. Claro está que se quedan otros muy importantes por fuera. Estos temas son el conflicto armado y la economía.

Con respecto al conflicto armado, temo que una eventual presidencia de Gaviria lleve a los mismos resultados de la presidencia de Pastrana. Ambos han propuesto en su campaña terminar el conflicto por la vía negociada. Personalmente considero que ésta es la mejor opción, pero no cualquier negociación. A Pastrana se le eligió con el mandato popular de negociar y no enfrentar a las FARC militarmente. Lamentablemente, y debido a una fuerte posición estratégica y militar de las FARC, las cartas de negociación de este grupo eran muy poderosas y, como cualquier actor racional, las usaron para proponer una negociación inaceptable para el gobierno. Pastrana, en cambio, tenía la obligación de negociar. No podía pararse de la mesa, puesto que se le había elegido para que negociara. Desafortunadamente, no hay peor negociador que el que está amarrado a la negociación. Las FARC tuvieron la opción de ofrecer poco y de retirarse cuando lo quisieran, el presidente no.

Por tanto, si elegimos a Gaviria con el misma obligación de una salida negociada al conflicto habremos caído en el mismo error. Una negociación tan desfavorable no es provechosa para el país, lo es para las FARC. Necesitamos una salida negociada, es cierto, pero tenemos que tener cartas de negociación fuertes, y entre ellas debe estar la amenaza y el uso de la fuerza, que, como todo abogado y politólogo debe saber desde primer semestre, es el sustento de todo estado moderno.

Con respecto a la economía, haré un comentario frente a las propuestas de Gaviria en su página http://www.carlosgaviria2006.net

Por un lado, Gaviria propone “Igualdad con control sobre la economía”. En este punto propone que el gobierno controle el banco de la república y la emisión de dinero. ¿Qué le puede esperar al país si el gobierno controla la emisión de dinero?, Si un presidente tiene la potestad de imprimir billetes cuando lo necesite, cuya única justificación sería porque no ha podido generar un esquema tributario y unas rentas nacionales que sostengan su gasto, estaremos a la merced de una hiperinflación que no golpeará a los ricos, sino a los más pobres, como lo hizo a lo largo de los 90’s. Los programas sociales que Gaviria pretende financiar con estas medidas sencillamente no son sostenibles. Tal dinero impreso a voluntad del gobierno no tendría valor, y las falsas promesas terminarán incrementando los problemas que pretendían solucionar.

Este mensaje tiene un único objetivo: modificar las posturas acríticas de muchos sobre las bondades del proyecto del polo. Si bien es cierto que Uribe no es una opción deseable para todos, no es cierto que su rival sea inmediatamente bueno por descarte. Hay que ser crítico, y no dejarse llevar cegado por las bondades prometidas de los candidatos.

Hay que ser político, hay que criticar, no se debe comer entero. De nadie.

lunes, abril 17, 2006

Por qué no a la izquierda.

Me asusta, como a muchos, tener a la derecha en el gobierno. Y también me da pánico, como a pocos, que la izquierda se lo tome.

Antes de empezar quiero dejar en claro que mi mensaje no es de apoyo a la derecha, ni al presidente. No soy uribista, no soy del polo, no soy liberal. Quiero acá hacer una discusión sobre porqué no apoyo a la izquierda democrática en colombia, por fuera de un debate light electorero. Espero recibir muchas críticas y tal vez algún apoyo esporádico; es para eso que publico mi posición.

La izquierda en Colombia, y en general en América Latina tiene serios problemas. A partir del olvido de la promesa marxista de la revolución, la izquierda perdió su método. En los últimos 15 años los partidos de izquierda (como el liberal, miembro de la internacional socialista), han tratado de armar un proyecto coherente de manejo del Estado, sin mucho éxito. Si bien la meta de la igualdad sigue estando en la bandera de la izquierda, no se ha pensado aún una forma plausible de alcanzarla. Por tanto, la izquierda se ha enfocado en otras metas, como la democracia participativa y la reivinidación de movimientos sociales, como los indígenas, feministas, ambientalistas, homosexuales, etc... En esto han tenido un éxito reconocible, con mucho camino por delante, pero con enormes triunfos a lo largo del continente.

En lo económico, sin embargo, la izquierda no ha podido aterrizar. Todo partido de izquierda, en el momento en el que es oposición critica el modelo económico seguido por el gobierno. Es diestra en mostrar los defectos y efectos negativos de tal modelo y promete soluciones radicales. Pero no ha dicho cuáles. En efecto, al momento de gobernar, la izquierda se ha quedado con sus promesas de cambio radical y se ha encontrado con la imposibilidad de modificar los principios del mercado basado en el capital, y sus promesas se han quedado en el tintero, con muy buenas intenciones.

Lo mismo sucede con la izquierda en Colombia. Estoy de acuerdo con cada crítica que le hacen al modelo económico que seguimos. Éste es injusto, promueve la distancia social entre pobres y ricos, no ha servido para aminorar la pobreza, es importado y demás. Pero no he escuchado el primer comentario de ningún miembro de la izquierda sobre cómo cambiarlo. Sólo he escuchado que está mal... y eso ya lo sabía. con gusto dedicaría mi vida a servir a la izquierda si propusiera un modelo económico alternativo viable, real. Pero desde que el comunismo dejó de ser una opción esto no se ha visto. Lamentablemente.

Por eso le temo a la izquierda. No por sus intenciones, que son loables, sino por su falta de coherencia. Alabo los esfuerzos de la izquierda por reivindicar movimientos sociales, sólo por esto merecen mi más sincera solidaridad. Pero no puedo evitar pensar en lo poco que le sirven al país en el gobierno. Escuché al presidente del Uruguay, Tabaré Vázquez (de izquierda, por cierto), diciendo una frase que comparto, que uso a menudo y que resume lo que pienso sobre la izquierda: aspirar a lo imposible es tan irresponsable y reaccionario como resignarse a lo que hay.

Tengamos cuidado, una posición acrítica frente a la izquierda nos llevaría a una posición igual de desastrosa que una posición acrítica frente a la derecha.

Espero oir sus comentarios con ansias.

Welcome to the machine

Toda vida humana ocurre dentro de un sistema. Un sistema complejo. Un sistema de poder, sin duda, de control. Son capas y capas de relaciones entre personas: la escuela, el gobierno, la iglesia, la calle, el mercado. Todas son un límite a la libertad, sin duda, pero que son lo único que la posibilita.

Sin ellas no hay vida social. La libertad misma es un producto de las relaciones sociales, y es a través de ellas que se consigue. No hay libertad por fuera de las relaciones sociales y no hay relaciones sociales que no estén atravesadas por el poder: No hay libertad por fuera del poder.

Por eso le temo a los mensajes salvadores del fin del poder. Son mensajes peligrosos, porque no es posible acabarlo. Esa búsqueda también entra en el juego del poder y sirve a unos intereses particulares de personas particulares. En cambio, sí es posible transformarlo. Pueden modificarse las relaciones sociales para aminorar la disparidad en el poder. Podemos eliminar restricciones evidentes a la libertad, como lo hicimos con la esclavitud y lo haremos con la despenalización del aborto. Podemos exigir más rendición de cuentas de los gobernantes, y participar en los procesos de toma de decisiones. Podemos empoderarnos, pero acabar con el poder es un sinsentido. Cuando se nos dice que debemos luchar por algo que no es posible se nos hace tanto daño como cuando se nos pide que no luchemos por nada.

Esta es una idea aún en pañales, recibo con mucho gusto comentarios y críticas... me ayudarán a pensar esto mejor, o, por qué no, a entender que estoy equivocado.

Gracias