Far away, across the field
the tolling of the iron bell
calls the faithful to their knees
to hear te softly spoken magic spells

Pink Floyd, time

jueves, mayo 11, 2006

No comer cuento, de nadie.

En primer lugar, mi preocupación por la izquierda es una preocupación de fondo, más que coyuntural. Pero estando en contexto de elecciones, me referiré al caso particular de Carlos Gaviria.

No he decidido mi voto aún, sólo quiero expresar mis preocupaciones sobre este candidato, con el objetivo de no comer entero, y ya que no como entero lo que dice el presidente, me parece prudente no comer entero lo que dicen quienes se le oponen.

Mis reflexiones giran alrededor de los dos puntos que considero más importantes en esta campaña. Claro está que se quedan otros muy importantes por fuera. Estos temas son el conflicto armado y la economía.

Con respecto al conflicto armado, temo que una eventual presidencia de Gaviria lleve a los mismos resultados de la presidencia de Pastrana. Ambos han propuesto en su campaña terminar el conflicto por la vía negociada. Personalmente considero que ésta es la mejor opción, pero no cualquier negociación. A Pastrana se le eligió con el mandato popular de negociar y no enfrentar a las FARC militarmente. Lamentablemente, y debido a una fuerte posición estratégica y militar de las FARC, las cartas de negociación de este grupo eran muy poderosas y, como cualquier actor racional, las usaron para proponer una negociación inaceptable para el gobierno. Pastrana, en cambio, tenía la obligación de negociar. No podía pararse de la mesa, puesto que se le había elegido para que negociara. Desafortunadamente, no hay peor negociador que el que está amarrado a la negociación. Las FARC tuvieron la opción de ofrecer poco y de retirarse cuando lo quisieran, el presidente no.

Por tanto, si elegimos a Gaviria con el misma obligación de una salida negociada al conflicto habremos caído en el mismo error. Una negociación tan desfavorable no es provechosa para el país, lo es para las FARC. Necesitamos una salida negociada, es cierto, pero tenemos que tener cartas de negociación fuertes, y entre ellas debe estar la amenaza y el uso de la fuerza, que, como todo abogado y politólogo debe saber desde primer semestre, es el sustento de todo estado moderno.

Con respecto a la economía, haré un comentario frente a las propuestas de Gaviria en su página http://www.carlosgaviria2006.net

Por un lado, Gaviria propone “Igualdad con control sobre la economía”. En este punto propone que el gobierno controle el banco de la república y la emisión de dinero. ¿Qué le puede esperar al país si el gobierno controla la emisión de dinero?, Si un presidente tiene la potestad de imprimir billetes cuando lo necesite, cuya única justificación sería porque no ha podido generar un esquema tributario y unas rentas nacionales que sostengan su gasto, estaremos a la merced de una hiperinflación que no golpeará a los ricos, sino a los más pobres, como lo hizo a lo largo de los 90’s. Los programas sociales que Gaviria pretende financiar con estas medidas sencillamente no son sostenibles. Tal dinero impreso a voluntad del gobierno no tendría valor, y las falsas promesas terminarán incrementando los problemas que pretendían solucionar.

Este mensaje tiene un único objetivo: modificar las posturas acríticas de muchos sobre las bondades del proyecto del polo. Si bien es cierto que Uribe no es una opción deseable para todos, no es cierto que su rival sea inmediatamente bueno por descarte. Hay que ser crítico, y no dejarse llevar cegado por las bondades prometidas de los candidatos.

Hay que ser político, hay que criticar, no se debe comer entero. De nadie.

1 comentario:

Dick Johnson dijo...

Afuera de esta ilusión de democracia, afuera de ese mundo ideal donde quisiéramos la mejor opción y el mejor programa de gobierno para nuestro país, posicionándonos en un país dominado por una clase dirigente y ampona, que a su placer se pone en el poder cuando lo desea y cuando no se camufla sin ser tocada, en un país donde el actual gobierno descaradamente puede darse el lujo de admitir su carácter para-legal por una guerra que causaron pero que no les interesa justificar… en ese mundo, donde el voto que vamos a dar si es un voto de estrategia mas que razonable (porque acá la razón o la lógica o el consenso es lo último que influye en la elección), donde el voto en estas elecciones parece una trinchera de guerra personal en la que nos escudamos….. en ese mundo, en el que las ideologías que se confrontan electoralmente desde extremos, el propósito democrático (ojo, no la democracia como tal) nos da una oportunidad:

La oportunidad de 1) reafirmar ese régimen TRADICIONAL y corrupto, como nunca antes encabezado explícitamente por el presidente de la república o de 2) generarle una crisis a ese régimen entregándole el poder a sujetos coherentes y honestos a los que no le pueden destapar ningún lunar porque milagrosamente todavía hay sujetos en la política colombiana con hojas de vida impecables. Usted mismo lo ha dicho, pase lo que pase, esta campaña no tiene precedentes por la calidad de personas que intervienen en ellas. Tener el placer de escuchar un debate con personas como Antanas Mockus y Carlos Gaviria, oxigenan y alimentan el debate electoral como nunca antes visto en elecciones pasadas. Nunca antes existieron propuestas tan avanzadas en teoría del Estado como las que Carlos Gaviria y Antanas Mockus han traído a la mesa de debate, ambos como defensores férreos de la Constitución y los propósitos abiertos por esta. Lo curioso es que lo avanzado de estas propuestas en teoría no tiene nada de nuevo. Lo social y lo cultural. Parece un milagro que fin que estos dos pilares fundamentales en el Estado – Nación están a la cabeza de verdaderos educadores y conocedores de la realidad Colombiana.

Quisiera que otro fuera el panorama y que pudiéramos demorarnos horas, días, semanas o meses discutiendo verdaderos proyectos de gobierno… pero veo que no tenemos grandes posibilidades de ello porque el programa hegemónico por lo general no ve ni tiene la necesidad de desarrollar puntos concretos. Al contrario, entre mas vacía sea la terminología utilizada, mayores imaginarios y sofismas se pueden mantener. Sino pensemos un rato en la trillada “seguridad democrática”. No es esta otra forma de 1. Obviar la existencia de la democracia a sabiendas que estamos lejos de ella. Y 2. Una vez creado el imaginario de que si existe democracia y que solo existe un enemigo contra ella, porqué no hablar de una forma de asegurarla sin necesidad de explicar como y a cuesta de que. Carlos Gaviria es muy claro en ese punto y eso no lo hace un apatriado: En Colombia no existe democracia y para que exista Colombia tiene que dejar de arrodillarse, tiene que educarse y conocerse, tiene que evitar señalamientos directos de terrorismo sin ni siquiera saber a quien llama así. La gente le critica eso, que aunque reconoce los actos violentos como terroristas (el lo hace aplicando la definición de terrorismo del código penal, no la definición de George W. Bush), no deja de reconocer que existe un conflicto político vigente cuyos antagonistas tienen motivación para estar donde están. Yo estoy de acuerdo, una cosa es condenar cualquier acto violento por parte de cualquier actor social, otra es satanizarlo para legitimar su exterminación… asunto peligroso cuando esa exterminación no se hace en defensa del interés nacional sino en defensa del interés de quienes hacen y deshacen en estas tierras.

Si algo he reforzado en mis conversaciones con usted en todo este tiempo es que la ingenuidad es el peor enemigo del ciudadano. – Ingenuidad sobre el efecto del voto: Aunque reconozcamos que el escenario no es democrático, el modelo hegemónico se alimenta de los votos que gana y de la alta abstención. Por esa razón voto y rechazo la abstención, porque una forma de construir democracia es alimentándola a través de mi derecho político a elegir. – Ingenuidad sobre el partidismo: En esto estoy muy de acuerdo con usted; no comer cuento de nadie. Sin embargo creo que lo más interesante de estas elecciones es que el mismo candidato presidente, en su afán por personalizar el gobierno y su campaña a su nombre y pensamiento, ha permitido que figuras como Gaviria y Mockus sean vistas y reconocidas más allá del color o camiseta que tengan puesta. La misma personalización extrema de la política curiosamente ha causado que personalidades complejas y estudiadas sean los principales contrincantes en lo que respecta al debate ideológico. Creo que esa ingenuidad la veo en su análisis: cuestionar el apoyo partidista cuando es claro que en el caso de Gaviria y Mockus, no son sujetos tradicionalmente arraigados a partidos políticos y en su discurso hay amplios sectores de apoyo que no necesariamente son de plena izquierda, centro o derecha. Eso me gustó de la consulta interna del polo, pues si se tratase de una izquierda reducida y sesgada, muy seguramente el elegido hubiera sido Antonio Navarro quien públicamente es un representante mas activo de la Izquierda. Pero no fue así y por amplia mayoría, eso me hace pensar que la sensatez con que Carlos Gaviria ejerció sus cargos de magistrado y senador, vale mas por su defensa hasta pasional de la constitución que en respuesta a intereses confusos que por supuesto, como hay en sectores de derecha, por supuesto están en la izquierda. Y ni modo de cuestionar el apoyo partidista al presidente Uribe porque ahí si nos echamos a las petacas para entender esa exótica encrucijada de alianzas y “U”niones.

¿Que es lo que realmente le preocupa de la izquierda o de Antanas Mockus como para que realmente crea que pueda hundirnos más que toda esta verborrea de estos "lores" que encabezan el gobierno? Adjunto le mando un artículo de Fernando Londoño, quien como sabrá es colega mío javeriano a mis absolutos pesares y quien es mentor de las mas fuertes proyectos de ley que la constitución misma jamás ha tenido que enfrentar. Comenzando por el referendo (para refutarle un poco su idea de que son estrategias de gobierno que no buscan hacerse realidad). Quiero que lo lea y si logra sacarlo de los nervios como lo hace conmigo, pregúntese… 1. ¿Es esto nuevo? 2. ¿Puede haber algo peor a este tipo de intolerancia y reduccionismo? Cuando yo me pregunto, me respondo igualmente 1. Esto no es nada nuevo, al contrario es lo mismo de lo mismo, sólo que mas público que nunca. La misma condena a la izquierda por el sólo hecho de ser izquierda y la constante e ignorante confusión entre izquierda, socialismo científico, socialismo post-moderno y comunismo. 2. No tengo absoluta idea pero si no lo se, es porque este sistema hegemónico y "liberal de pensamiento" impuesto a partir de una supuesta confrontación ideológica de pares en fuerzas e influencias en el siglo pasado (cold war) fue tan eficiente que en los países de corte occidental se ha logrado crear el imaginario del fin del enfrentamiento ideológico sobre el modelo de Estado, que Fukuyama casi celebra en "el fin de la historia".

A que quiero ir con todo esto y cual es mi propósito de responderle punto a punto mi hermano… primero porque entre los dos podemos enriquecer el arte de pensar y ojala promover a otros que lo sigan haciendo desde la posición que deseen. No tenemos una causa segura, el escenario es caótico desde varios puntos de vista, pero al menos en mi caso creo que es un pequeño acercamiento a la democracia que no tenemos. O la tenemos? Bueno, ese es un punto por iniciar que me consolida en el apoyo a Carlos Gaviria, quien por sí sólo ha trabajado desde la academia y desde las otras ramas del poder público por darle coherencia al Estado Colombiano. Y me alimenta otra razón personal, siempre he tenido cierto distanciamiento del partidismo férreo y creo que tengo razones para ello por el daño que este mismo le ha hecho el país a través del rojo y el azul. A medida que uno crece y deja tanta pendejada aprende la importancia de la consolidación de partidos serios y para serle sincero, prefiero pensar en el Polo como un partido en construcción y consolidación que un partido mamerto, sin debates internos sobre posturas ideológicas pero que se contradice de a mucho como el partido liberal.

Como mencioné antes, quisiera que esto se tratara de un país con partidos legítimados en el apoyo ciudadano, pero para serle franco, creo que el Polo arrastra a cualquier otro partido y por eso es la principal fuerza de oposición que tiene el gobierno. Menos mal. Soy consciente que eso no hace al polo por si mismo un partido completo, digno de llegar al poder pero ese fenómeno se da en el resto de partidos sin excepción. Sin embargo tomo partido porque creo que es posible la construcción democrática a partir de una izquierda heterogénea y que atraiga diferentes sectores que apoyen la causa social y educativa por encima de cualquier otra causa que se considere mas importante que la mencionada.

Si existiera ese sueño utópico democrático de dos siglos atrás las cosas serían muy distintas a las cosas que vemos, pero la historia misma nos puede enseñar que ni siquiera dos siglos antes ese sueño se constituyó en hecho, por limitaciones muy parecidas en nuestra estructura occidental. Entonces, vuelvo a su no ingenuidad. Dudo que usted piense que realmente esto es un debate ideológico antes que un debate sobre la esencia misma del estado y los actores influyentes en él. En un escenario como tal, dígame que puede ser peor? Que es lo peor que puede haber a que a alturas de este siglo, a quince años de supuestamente haber promulgado una constitución determinista en sus propósitos, exista un gobierno y una noción de seguridad tan falsa como la que hay ahora. Yo sé que no soy ingenuo y que el debate que construyo con cada palabra que escribo al respecto me encierra en una tremenda confusión… estoy defendiendo a un individuo? O estoy peleando contra el aparato que ha manejado este país desde siempre?... me lo pregunto todos los días, y de nuevo me respondo…

“no seas ingenuo muchacho, tu cabeza es la trinchera y el voto es lo que piensas”

Entonces mi querido amigo, en ese mundo en el que nos encontramos, lejos del que soñamos pero con herramientas visibles para enfrentar los problemas del país aparte de la guerra, la pregunta es tan simple como menos quisiéramos: “who do you stand with?” (X – men III)

Le dejo dos frases que hablan por si solas:

- "quienes son capaces de renunciar a la libertad esencial, a cambio de una pequeña seguridad transitoria, no son merecedores ni de la libertad ni de la seguridad" BENJAMIN FRANKLIN

- “will you bite the hand that feeds you or will you stay down on your knees” Trent Reznor



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Sobre sus dos opiniones puntuales sobre el programa de Carlos Gaviria intentaré ser breve (si, claro):



No puedo estar de acuerdo en las semejanzas que usted representa en la propuesta de paz de Pastrana y de Gaviria por muchas razones. La primera es el uso del “diálogo” como fuerza para ser elegido; Si Pastrana se parece a alguien es a Álvaro Leyva pues abanderó su campaña no solo con palabras sino imágenes: antes de ser elegido publicó sus encuentros con las FARC como botín de esperanza para los Colombianos y esto lo llevó a Palacio, además del antiserpsimo. Pero si la gente lo que quería era una salida negociada realmente hubiera escuchado al mismo Serpa. Serpa siempre ha hablado de una salida negociada pero nunca la prometió y ahí pecó. Creo que es válido recordarle la diferencia entre decir que la salida de la guerra debe ser negociada en una mesa de diálogo y prometer la paz, abanderándose de un diálogo sin coherencia entre este imaginario y lo que realmente estaba sucediendo. Entonces me parece muy simple la impresión que usted tiene de que el gobierno estaba amarrado a esa negociación por las condiciones mismas que impusieron las FARC y su fuerte posicionamiento territorial en el país. Ese posicionamiento existía igualmente en los ochentas cuando muchos guerrilleros se desmovilizaron para luego ser aniquilados sanguinariamente por los lores del narcotráfico; la diferencia, es que en los noventas las FARC se convirtieron en una fuerza mas astuta y le empezaron a dar a nuestra clase dirigente y corrupta por donde mas le dolía: por arrebatarle el negocio del narcotráfico. Sumas sumarium, estas creerían que son las razones por las cuales no funcionó la negociación pastrana – FARC: 1. fue utilizado como enganche político para ganar las elecciones (recuerda esas imágenes de pastrana en el campo?). 2. El gobierno estaba jugando a una doble moral impresionante. Mientras hablaba de negociación en Colombia, gestionaba el plan Colombia en los Estados Unidos, y esa platica, ni modo de explicar para donde iba porque ya es obviar sobre lo obvio pero con aburrición. 3. El gobierno nunca contempló y rechazó siempre de pleno el intercambio humanitario. ¿Que negociación iba a prosperar sin intercambio? ¿Qué negociación en una guerra deja de lado a los secuestrados y guerrilleros encerrados, así públicamente se rechaze el secuestro? 4. Las FARC, tienen un antecedente muy grande en los ochentas como para confiar ciegamente en los intereses de negociación de los gobiernos nacionales, y sinceramente yo también los tendría. 5. ¿Que negociación podían haber acogido o aprobado las FARC, con unas autodefensas que hacían y deshacían con implícito permiso de los mandos militares lo que les viniera en gana?; usted acaso no recuerda porqué el general Harold Bedoya renunció a su cargo durante ese momento?. Bueno, el fue testigo de la cantidad de veces que el gobierno detuvo a sus fuerzas militares en ataques directos contra las autodefensas. 6 (y mas importante aún). Lo invito a ver los textos de negociación de paz del gobierno Pastrana. No hay una sola propuesta sobre subsidio para el desmovilizado. Me parece muy ingenuo pensar que Pastrana negoció paz. Yo creo que los hechos prueban que lo que se puso en la mesa fue la teoría de “hagamonos pasito”. Y por favor, no olvide que de no ser por Pastrana, no habría Uribe, no habría plan Colombia y no habría terrorismo como tal. Y tampoco olvide donde está nuestro amigo Pastrana por estos días y como y en que momento cerró la negociación con las FARC. Usted cree que los abusos que denunció ese 20 de Diciembre Pastrana ellos no los conocían durante todo el tiempo que el despeje duró… eso es ingenuidad mi amigo.
Me sorprende muchísimo que interprete el punto de “igualdad con control sobre la economía” y la iniciativa del Banco de la República como una iniciativa para que “el gobierno controle el banco de la república y la
emisión de dinero. ¿Qué le puede esperar al país si el gobierno controla la emisión de dinero?”. Amigo, en el programa de gobierno en ninguna parte dice eso y me tomo el trabajo de copiar exactamente el programa en ese punto :


“Presentaremos al Congreso de la República una iniciativa constitucional de reforma al Banco de la República con el fin de que su acción se dirija, de la mano de la política gubernamental, a incentivar los sectores productivos de la economía y no exclusivamente a mantener estabilidad y rentabilidad en el sistema financiero; buscaremos la recuperación de la soberanía sobre el control de cambios y el control monetario para incentivar los sectores productivos y garantizar el bienestar general.”



ACLARO. El control cambiario y monetario ya se encuentra a cargo del Banco de la República, lo que dice muy claramente es que se busca recuperar la soberanía sobre ese control que claramente sopesa más en una economía abierta donde existe mayor preocupación por la estabilidad del sistema financiero. El punto es claro; eso no se abandona pero se dará mas prioridad a buscar incentivo en la tierra, sector productivo al que estoy seguro se refiere Gaviria.



El segundo punto aunque no me sorprende tanto, si me deja un sinsabor a una sobre dimensión de interpretación en el texto. Me refiero a “igualdad tributaria”. Sebastián, como bien lo ha dicho Antanas Mockus durante esta campaña, como bien se está aprendiendo en Bogotá, el tributo es una medida de apoyo fundamental en el desarrollo del Estado y la cultura del tributo es desde que existe historia misma, lo que permite a un Estado tener presupuesto para actuar o no. Eso parece haberse olvidado en pleno siglo de las luces pero menos mal el siglo XX tuvo una reacción positiva frente a ello y constitucionalmente el Estado Colombiano tiene la facultad de intervenir en la economía a través de tributos. Ahí veces uno oye en campaña a los críticos de izquierda preguntarle a Lucho y a Gaviria porque hablan de tributos como si pareciese una medida capitalista. Cosa tan ignorante en esta vida de esos críticos. Me parece simple pensar que subir “impuestos lleva a las empresas a recortar su producción, puesto que el precio final de los bienes producidos es mayor, y la gente los comprará en menores cantidades”. Eso sería así en un sistema de demanda estático donde el tributo se carga en la renta líquida (ganancias – costos – impuestos), pero en un sistema dinámico está comprobado que los impuestos afectan son las rentas de capital que existen en el patrimonio. Si la renta de liquidez es estable es porque la producción misma está garantizada en las mismas cantidades iniciales y en ese sentido la reflexión sobre el desempleo no sería tan certera. No pueden confundir la renta sobre la que cae el impuesto sobre la base de la renta que permite la reinversión en producción, pues contablemente son dos ítems distintos. La cultura del tributo es algo que en Colombia no existe y que como bien dice Antanas Mockus, por fin los otros candidatos hablan de ella. Lucho Garzón mismo reconoce que cuando fue elegido prometió no poner impuestos pero que reconoce que para mantener la malla vial de Bogotá es necesario el impuesto al peaje. Y esto se lo están aplaudiendo desde Castro a Peñalosa.



El problema del tributo y su afectación en el empleo es claro desde otra perspectiva; la alimentación de un sistema burocrático que no invierta en generación de empleo. Esto que usted critica de Gaviria es tan criticable a cualquier otro presidente y candidato de cualquier país. Pero candidato que promete no poner impuestos está mintiendo. En el caso de Gaviria me gusta el enfoque que da precisamente porque maneja el enfoque tributario de progresividad y equidad. Lo que pasa es que en una cultura como la nuestra, la traducción de ese principio lo llaman “quitele al rico para darle al pobre”… pero como muchas cosas en nuestro país, es una posición simplista… También como es definir la propuesta de Gaviria como “echele impuesto al empresario”. La propuesta exacta habla de lo siguiente:



“Igualdad tributaria: Someteremos a discusión una reforma tributaria orientada por los principios de progresividad y equidad; propondremos la eliminación de las exenciones y descuentos tributarios a las rentas del capital; propondremos la creación de un impuesto permanente y progresivo sobre patrimonios líquidos superiores a 1000 millones de pesos; propondremos las reestructuración del IVA, excluyendo los alimentos y productos de primera necesidad y elevando el de los bienes suntuarios y de lujo; crearemos un sistema de información sobre la propiedad de la tierra con el objeto de facilitar el proceso de recaudo de los impuestos sobre la misma.”



Esto está muy lejos de poderse llamar “una medida contra los pobres”. Que si estas medidas implican un análisis profundo que trasciende este escrito, por supuesto! Pero creo que no por eso uno puede tildar un programa de esa forma.



Pues me extendí y aunque nadie posiblemente lea esto aparte de usted, he hecho un ejercicio muy importante para mi y que le agradezco en el alma me de pié para hacerlo.



“freedom of choice is made for you my friend…. Freedom with their exception”

Metallica – Eye of the beholder



THE LIZARD KING